Referencia

No sueñes tu vida,
vive tus sueños...(L)

lunes, 30 de mayo de 2011

CAPITULO 2.2!!! espero que os guste. Lo siento por la tardanza pero no me sentia inspirada. Doy gracias a paul, por sus ideas y a mi compi de la sombra de tus labios. A mercedes por estar todos los dias, haber cuando subes!!!!! y repito espero que os guste y pronto subiré ya que tengo ya empezado el siguiente :) un beso y gracias por esperar ;)

-Jajaja…- Rachel, empezó a partirse de risa. Después de haber visitado todas las tiendas del centro comercial, por fin nos habíamos sentado a tomar algo y a hablar. Nuestra conversación había empezado vergonzosa, pero empezamos a hablar de nuestras vidas, de nuestros gustos, aficiones, y había pasado una hora. Y ahí seguíamos tranquilas, hablando.                                                                                – En serio, mira lo que estas comiendo, - miré mi plato, una hamburguesa, unas patatas fritas y mi deliciosa coca cola- y ahora mira el mío- ensalada de verduras con una manzana, me quede extrañada. Comes lo que quieres sin importarte lo que engordes porque… ¡no engordas! – empecé a reir.                                                                                                                               -No me hace gracia- hizo una mueca.- Bueno… seguro que te estás preguntando por que he quedado contigo- que giro había dado la conversación. Ahí empezaba lo malo- pues es que… seguro que te has enterado ya…- negó con la cabeza y frunció el ceño. - ¡qué raro, lo sabe todo el mundo menos tu! He cortado con William- William el chico típico chulo, guaperas que vuelve locas a todas y es jugador de futbol del club de la ciudad.- y las chicas me han dado de lado…- me miró fijamente- me he dado cuenta de que no son amigas de verdad. ¿Y la pregunta del millón, porque estás sola?                                                                                                   - No te lo vas a creer, tengo una teoría que se ha ido haciendo cierta con los años. Puedes pasar de ser popular a una friki mediocre con un simple traslado. A demás se está mejor sola, que mal acompañada.                                                                                                                                       –Espera, espera. Muy poco texto pero con mucho sentido. Osea que eras la popular de tu antiguo colegio, ¿cierto? – Iba a replicar cuando me calló con la mirada.- vale, y además ahora me dices que es mejor sola que mal acompañada, por cierto, gracias por la parte que me toca,  después de haber vivido en los dos mundos de la sociedad juvenil, ¿me quieres decir que es mejor ser friki? Porque yo hoy lo he vivido y no me gusta nada.                                                                     – eso que te han hecho se llama marginar, que es diferente. Y si un poco popular era, bastante, pero lo de mal acompañada… he de ver cómo te comportas… - y estallamos a reír a carcajadas.
Volvimos a ir de tiendas para comprarme algo. Me preguntaba de todo de mi antigua ciudad.                    - ¿y tenias muchos amigos? Siendo la popular… ¿y novio? – Me quedé pensando, a la que ella respondió con una mueca, sabía que no se lo iba a contar. Suspiré.                                                                                      – Tenia una pandilla de amigos, desde pequeña se ha quedado cuidando de mí, mi abuela. Mis padres estaban borrachos perdidos no se por qué. Salía por ahí cuando a mi me daba la gana, mi nota de evaluación era de tres, y cuando mi abuela murió empecé a adelgazar tanto que la comida que como no me hace nada, por eso no engordo, ni adelgazo mas. A demás viva con ropa usada, y sobras. A los siete años mis padres dejaron de beber y vieron mi situación, como ya me había acostumbrado a esa vida, decidieron mudarse, ¿y que descubrí? ¡Que eran ricos! – me miró extrañada y soltó un waow. – resumido pero simple.                                                                  –Vaya, y yo que pensaba que mi vida es un asco… Mis padres hace unos años que no me hacen ni caso, están embobados con mi hermana de cuatro años, así que hago lo que quiero con una paga de 50 euros a la semana. Hasta hace unos meses, que me la quitaron por las notas. Es la única muestra de cariño hacia mí en… unos años.                                                                                                                                             –Vaya vidas pero… te gano yo. – y empezamos otra vez a reír.

Por la noche pedí a mis padres si se podía quedar a dormir, aceptaron encantados. Hablamos de todo. Hasta que mis padres tuvieron que venir a que nos calláramos a las dos de la mañana. Me fui a dormir sonriendo, me caí bien Rachel. Esa noche no tuve pesadillas  

martes, 3 de mayo de 2011

Capitulo 2 La quedada. Bueno espero que os guste, e tardado tanto ya que no e podido, espero que me disculpen :) bueno es un poco cortito pero el siguiente no me costara tanto. Un beso, y gracias.

Al fin sonó la sirena que anunciaba el comienzo de las clases, como siempre todos entraron con sus amiguitos o novios. Rachel, la chica pelirroja líder del grupo de las populares estaba sola. Todas sus amigas le miraron y le giraron la cara. Me tendría que enterar del ultimo cotilleo para saber porque las super amigas se habían separado. Mi pesadilla estaba por comenzar ya que me tocaban dos horas seguidas con mi tutora y además mi profesora de ingles, yo preguntaba ¿para que dar ingles? Si yo soy de Nueva york y se hablar perfectamente… Pero mis padres quieren que no pierda el habla, y suigen incluso en casa, hablándome en ingles. Lorena, la profesora de gimnasia y defensa, entró en clase. Solo podía significar una cosa… y es que Lourdes, mi tutora, no había venido. Era la profesora de guardia. Al no venir la profesora cada uno nos sentamos como quisimos, todos juntos y jugando a las cartas, menos yo como siempre al final del todo y estudiando. El dia anterior me había quedado dormida y me sentía esta mañana cansada de tanto dormir, no me apetecia estudiar y me puse a ojear una revista que me habia traido (gracias a dios) de casa.                                      -¿esta ocupado?- preguntó una voz que conocía muy bien. La chica señalaba el pupitre contiguo al mio. Negue con la cabeza, y se sentó. Asi que, Rachel se digna a venir con la plebe.- Oye … se que esto no viene a cuento pero… ¿te apetecería venir conmigo esta tarde… a tomar algo?- terminó la pregunta en un susurro, no me esperaba esa pregunta. Giré l cabeza lentamente, y le mire a los ojos. – sino quieres no pero…                                                                      - de acuerdo…- ¿Qué? ¡que había dicho! Me sonrió, bueno no estaba de mas que e enterase por la misma persona del cotilleo asi que…- Pero… no te hagas ilusiones ya que…- su sonrisa se volvió mas ancha.                                                                                                                                   –Son las primeras palabras que te oigo decir, en muchos días- rio con unas carcajadas que me hicieron sonreir.- Tranquila, no soy tan mala como parece… Te recojo a las cinco y media ¿vale?- Asentí. Y el resto de la mañana se me paso volando, ya que no dejaba de pensar en lo que iba a hacer esa tarde. Lo peor seria mis padres.
Lo que yo pensaba era tremendamente incorrecto… Mis padres encantados de que por fin saliera me dijeron que podía venir hasta las diez de la noche, no mas que mañana era dia de escuela. Mientra me decían eso estaba con la boca abierta, mis padres me dejaban hasta las diez, flipante, ahora no tendria escusa para no ir. No probé bocado, y me fui a mi habitación. Marisol, la limpiadora, estaba en mi habitación. Marisol era la hija de la cuidadora que mis padres me pusieron cuando nos trasladamos, y Marisol era la limpiadora, las dos me caian muy mal, me vigilaban todo el rato y me miraban sin cesar hasta que un dia pararon y siguieron a lo suyo. Mejor para mi. Me puse unos vaqueros limpios y una camiseta de tirantes azul pálido, unas victorias azules claro y me hice una coleta alta. Me preparé mentalmente de lo que iba a hacer cuando sonó el pitido de un coche que me llamaba, era la hora de salir por ahí con alguien que no fueran mis padres desde la ultima vez hace siete años.