Referencia

No sueñes tu vida,
vive tus sueños...(L)

domingo, 27 de noviembre de 2011

Esto va para alguien especial, alguien que a hecho mi vida posible. te lo dedico

desde que me dejaron tirada, desde que el sol ya no me hace sonreir y los dias son negros. desde que aquella persona tan especial me dejo, solo has existido tu. tu la unica que decia de pasar adelante, la unica que siempre estaba a mi lado, la unica que me a hecho sobrevivir a esta pesadilla que por fin a llegado a su fin, la que desde siempre me conoce, la que siempre a estado en mis momentos duros, tristes. la que cuando no esta junto a mi me desespero, la que me hace reir, gritar, hacer el tonto... por esas tardes llenas de risas, tonterias y buenos recuerdos, por esa gente que me has echo olvidar, por esas otras que me han hecho ver lo dura y buena que a veces es la vida, por solamente tu sonrisa, por el tiempo pasado contigo, solo por eso te doy las gracias.
GRACIAS

capitulo 3. debo una gran y sincera disculpa a todos mis seguidores, pero me ocurrio un problema familiar y no e podido ni tocar casi el ordenador. puede parecer raro pero creedme, no os gustaria que os pasase. pero bueno aqui os dejo un capitulo mas 3. la casa

El vuelo era mas largo de lo que yo pensaba,aun asi  el trayecto desde Barcelona hasta nueva york tenia sus ventajas. Tenia mucho teimpo para pensar, pensar en lo que iba a hacer cuando llegara, todo habría cambiado y mucho…
El coche paso por la antigua urbanización de los chalets hasta llegar a la ultima casa, al principio la llamaban la casa de la selva o por que tenia unas vistas preciosas de montañas y bosques verdes, pero cuando mis padre empezaron a beber la llamaron la casa vieja. Buen nombre. Ya que la casa con el paso de los meses de no arreglarla, ni limpiarla tenia un aspecto viejo y tosco, sus ventanas apenas daban luz, sus habitaciones eran inmensas y lúgubres pero para mi acogedoras, eso ultimo no lo había visto nadie. Y no sabían lo profundmente que estaba conectada con esa casa. En cambio ahora la casa que tenia delante mio era totalmente diferente a lo que era.
La casa pintada de color blanco tenia unas ventanas gigantescas la mayoría de ellas llegaban hasta el suelo y el techo, se veía iluminada totalmente, habían plantado arboles y creado un pequeño jardín con unos arcos con lores blancas, un pequeño columpio con unas enredaderas iguales a las que decoraban los muros de la casa. Reinaba una calma y silencio perfectos, las vistas eran iguales a las de antes pero con la casa tan perfecta cambiaban. Además las casa que la rodeaban las habían destruido para dejar un radio de 80 metros de campo y bosque alrededor de la casa. Se veian pisos de otro barrio a 80 metros, genial. Y solo era la parte de adelante. La parte de atrás no dejaba mucho de desear, era perfecta, tenia vistas a un pequeño lago y al bosque que tanto me había gustado, ese color verde intenso con los diferentes arboles, unos bancos de hierro forjado blancos, una fuente, un laberinto de arbustos y campo, todo campo. Mi madre me miro sorprendida, sonreía y hacia mucho que no lo hacia. Me hablaban pero mi mente estaba en otra cosa. Entre a la casa, la habían cambiado por dentro también, una gigantesca entrada con varios ventanales hasta el suelo, un gran espejo en la pared de la derecha y un perchero, a la izquierda una mesa de cristal alta con unos cajoncitos para dejar las llaves. De la entrada te dirigias a un pasillo abierto que enfrente tenia unas escaleras preciosas blancas y grandes, y hacia unas puertas abiertas de par en par. Una daba a un salón, otra a la cocina, otra a la parte de atrás, y una a una habitación de dos camas y unos armarios, con unos delantales encima de ellas.
-son para las mmm…-prinuncio mi madre, creo que ya se a lo que se refería- criadas. – le mire levantando una ceja y con expresión de alelada- es que tengo mucho trabajo y sino no tengo tiempo de hacer nada.
- vale, mama, tranquila. Lo que quieras.
- tu habitación es la misma de siempre, eso no ha cambiado. – me sonrio. Subi las escaleras y según la ubicación en la que estaba la encontraría pronto.Me dirigi hasta mi habitación, pero cuando entre me quede de piedra.  A la izquierda tenia una cama de matrimonio de esas de la edad media con cortinas, preciosa blanca como la casa, un gran escritorio a la derecha donde descansaba mi portátil, un cuadro de esos típico de nueva york con el taxi rojo, encima de mi cama. Pero lo que de verdad me impacto fue las maravillosas vistas que tenia a la parte de atrás con el bosque y el jardín. – no me puedo creer que no me preguntes por él.
-¿por quien?- pregunte ahora si con curiosidad, ella sabia como hacerlo.
- Por tu armario-ahora que me daba cuenta mi habitación no tenia. Cuando me mude a España mi forma de vestir cambio totalmente, de ropa vieja y desgastada a ropa nueva y de marcas caras, tenia un armario a reventar de ropa junto el armario de mis padres que en la mitad estaba mi ropa. Me tapo los ojos con un pañuelo y me hizo andar.- ya se que te sabes esta casa mejor que yo pero… aunque sabras donde estamos ni te imaginas que hay.- me guio a la habitación de enfrente de mi cuarto y me quito la venda. Eso si que era guay.